lunes, 4 de enero de 2010

Capítulo IV: turismo en Osaka

Tras un largo viaje, teta-toallas, onsen para pies, ramen de kimchi con queso y un buen sueño nos dispusimos a recorrer Osaka. Desgraciadamente de camino a Shin Osaka la cremallera de mi bolso se rompió. Como soy una persona muy apañada compré un pack de costura en un convini, la volví a coser, y aquí no ha pasado nada.

Por si alguien pensaba que lo decía de coña.

Kazuki es mi recompensa por un trabajo bien hecho.

Tras esto fuimos a Doutombori. En Tokyo se refieren a este barrio como "el Takeshita doori de Osaka". No me lo pareció demasiado, pero desde luego que estaba animado y lleno de gente.

Alineación al centroEl muñeco de Glico.

Esto no lo había mencionado antes, pero en Japón hay unos snacks llamados Cal, como servidora. Mientras espero el resultado de la demanda por usurpar derechos de imagen, he aprovechado para hacer una foto a la mascota, que sale en la siguiente foto comiéndose un yo.

Están ricos, por cierto. Son como gusanitos pero con sabores varios.

Me dieron ganas de llevarme uno de esos pez globo tan cucos.

Vendían mogollón de chorraditas de este muñeco que da tan mal rollo.

Esto es lo que se entiende en Japón por un cani. Kazuki ya sabe lo que significa en España.

Mañana más.

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