martes, 16 de marzo de 2010

Más historias de nanpa

¿Recordais a la señora de Shibuya? Pues hoy, cuando estaba haciendo trasbordo en Shinjuku, de camino hacia el andén noto que alguien me toca el bolso, y cuando me giro, aparece un típico cuarentón de traje y corbata -lo que aquí se conoce como un sararii man- diciéndome que la patatita que llevo colgando del bolso es mona, y ya me empieza a preguntar lo típico, que de dónde soy, cómo me llamo...
¿Será mi olor lo que hace que se me acerque siempre alguien?
Este lo que quería no era charla, como la señora de Shibuya, este lo que quería era mi teléfono y mi e-mail -me estaba haciendo nanpa, vamos-, pero en cuanto le dije que no le iba a dar mi teléfono me dejó en paz, menos mal.
Ahora intentan ligar conmigo cuarentones en la estación... anda que... curiosamente cuando me preguntó una profesora en clase -para practicar vocabulario nuevo- si alguna vez se me había acercado alguien a hablar en la calle y le dije que me pasa a menudo, se sorprendió mucho.
Lo dicho, debe de ser mi olor embriagador.

2 comentarios:

Indica SIEMPRE tu nombre/alias cuando comentes sin cuenta de Google. Gracias.