lunes, 11 de abril de 2011

Honjo Bosai-Kan

El día del gran terremoto comenté que esa misma mañana había estado de excursión escolar en el Honjo Bosai-kan, es decir, el Honjo Life Safety Learning Center. Pues bien, he decidido explicar qué tipo de cosas se aprenden en un lugar como este.

Se encuentra en la zona de Kinshichou, inconfundible por el donut gigante y por lo bien que se ve el Tokyo Sky tree desde ahí.


¡Hemos llegado!

Lo primero que te encuentras nada más entrar es la tienda de recuerdos. Típico. En ella se pueden comprar alimentos de fácil preparación y larga duración en caso de desastres naturales, kits de emergencia y ese tipo de cosas. Al menos son recuerdos útiles, y no la típica caja de mochi.


Tras ponernos unos vídeos sobre el gran terremoto de Kansai que hubo años ha, y llevarnos a una especie de mini cine con una proyección de una versión dramatizada del mismo terremoto, fuimos a experimentar cómo escapar de un edificio en caso de incendio. No saqué fotos porque era complicado en ese tipo de situación. Primero nos explicaron cómo se suele propagar el humo en caso de incendio en un edificio y a qué velocidad, y cómo huir. Luego nos metieron en una especie de "laberinto" -no era exactamente un laberinto, pero daba la impresión- lleno de humo, como si hubiera habido un incendio. Teníamos que cubrirnos la cara con una toalla -que nos trajimos de casa, ya nos habían avisado- y correr muy agachados por debajo del humo siguiendo las señales de emergencia. Si no lográbamos abrir cada siguiente puerta y huir a tiempo nos eliminaban del juego, pero acabé el simulacro bien.

Lo siguiente fue el simulacro de terremoto -me llegan a contar lo que iba a ocurrir unas horas después en Japón y no me lo hubiera creido-. Nos metían en una plataforma simulando una habitación, y teníamos que escondernos debajo de la mesa protegiéndonos la cabeza, que es lo que recomiendan, para que no se nos cayera nada encima que nos pudiera causar daño. El terremoto del experimento era de grado 7.


Lo siguiente fue aprender a usar un extintor, y apagar un incendio simulado. Nos dividimos en grupos de cuatro personas, y algunos logramos apagar el incendio, otros no.

¡Fiesta de extintores!


Lo último fue el simulacro de tifón. No un tifón de esos a los que ya me he acostumbrado, sino uno tocho. Nos dejaron ponernos unos chubasqueros y nos metieron en una sala donde hacía mucho viento y "llovía" mucho. La toalla fue útil tras esto.

La verdad es que fue una excursión muy útil.

Hemos sobrevivido a los simulacros.

4 comentarios:

  1. Sin dida curiosa o.o, ya estas preparada para todo!!

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  2. Me parece muy útil la educación que brindan a la gente en Japón para esta clase de fenómenos. No solo te dan folletitos, si no interactuas directamente. Y además justo a tiempo :) Besos. Euge

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  3. Excelente, ahora quién organizaba la excursión, el estado o una empresa privada y si era muy caro?
    Saludos

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  4. La excursión la organizaba mi escuela de japonés. No recuerdo lo que costaba, pero normalmente la escuela paga los gastos de transporte hasta determinado precio, y la entrada al sitio nos la pagamos nosotros.

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