viernes, 26 de abril de 2013

Pan de molde made in Cal

Cuando estaba en el curso de principiantes en la escuela de japonés, había un compañero de clase taiwanés que se solía traer una bolsa de pan de molde para comer entre clase y clase. Era el pan baratillo del súper -a estas alturas me conozco todos los panes de molde que venden en los supermercados de Tokio y Saitama-, el que es totalmente insípido.
La primera vez que le ví sacar la bolsa pensé que sacaría algo más para hacerse un sandwich en clase o algo así, pero no. Sacó una rebanada y se la empezó a comer a palo seco, y así con el resto de las rebanadas. En Japón el pan de molde se suele vender en bolsas de entre 3 y 8 rebanadas, así que no os horroricéis pensando que se comía 20 rebanadas a palo seco al día. Creo recordar que compraba bolsas de 6.
Se que en el este de Asia se come mucho más arroz que pan, y nunca he estado en Taiwan -aunque tengo pensado ir en el futuro-, así que no se cómo de malo tiene que estar el pan de ahí para poder comerse eso tal cual. El caso es que el pan de molde de supermercado japonés no sabe a nada a no ser que lo tuestes -gana bastante si lo untas de mantequilla antes de tostarlo, por cierto-. Yo me he tirado años sin comer pan de molde sin tostar hasta que empecé a hornearlo yo misma en casa.

Me gusta poder comer dos variedades de pan en casa, así que cuando fuimos a comprar el banneton a Kappabashi, pillamos un molde para probar -de unos 20 cm, que mi horno no es muy grande-, y resultó ser una muy buena idea.
¿Y qué aspecto tiene un pan de molde mío cualquiera? El que os voy a enseñar es la receta de Simple milk loaf, de Dan Lepard -por si os da por intentar prepararlo. La receta es fácil de encontrar-, con las cantidades reducidas porque mi molde es pequeñito y cuando lo hice con las cantidades tal cual sobresalía tanto del molde tras la fermentación que casi no consigo meterlo al horno. No os esperéis un aspecto muy profesional, que yo he aprendido panadería por mi cuenta...

En el molde.

Enfriándose en la rejilla. Creía que lo había desgasado bien pero le salió una burbujilla por detrás.

La miga.

De sabor os puedo decir que está buenísimo. Lo malo es que tanto el pan rústico como el pan de molde caseros se acaban en un abrir y cerrar de ojos, porque a Kazuki también le encantan.
Hala, pues me voy a comer un desayuno majete de pan con la alternativa italiana a la Nocilla y paté ibérico -algún día explicaré dónde compro estas cosas a precio asequible-.


2 comentarios:

  1. Pues tiene una pinta MUY buena. El pan artesano se parece al español o esta mejor o peor???

    Firia

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  2. Gracias :D
    Se parece al español, pero a decir verdad a mí me sabe mejor el artesano.

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