Había estado en la sala Zepp DiverCity de Odaiba -antes de ir no sabía que había dos Zepp en la misma zona-, pero no había estado en la Zepp a secas de Tokio, a unos 5 minutos a pie de la primera.
Esta sala de conciertos es bastante famosa -al menos por aquí-, y aprovechando la más reciente gira de BRADIO -venga, os imaginábais el nombre del grupo antes de que lo dijera- fuimos la señorita
Madness y yo a disfrutar de la música y bailar.
Lo primero fue ir hasta la estación de Daiba, para ir a comer y así coger fuerzas.
Si os fijáis en la furgoneta de la que sale humo debajo, se trata de algo más típicamente japonés que el sushi y las geishas, ¡la furgoneta de boniatos asados! -Kazuki está de acuerdo conmigo-
Tras comer y acercarnos a la Zepp, tomamos parte en un sorteo para el club de fans en el que te podía tocar o una chapa o una camiseta. Nos tocó a ambas la chapa.
Hace ilusión.
Las siglas FPP significan "funky party people". Nosotras, además de ser FPP somos de las pocas habituales en los conciertos evidentemente extranjeras, con lo que empezamos a referirnos a nosotras mismas -y demás fans guiris- como FPG, "funky party gaijin". De hecho hice pulseras de hilo para la ocasión con nuestras siglas.
Quedaron bastante bien.
El concierto moló muchísimo, y como siempre se nos hizo súper corto a pesar de durar más de 2 horas.
Bien cerquita.
Hubo un momento en el que soltaron globos enormes que una vez rebotaban un par de veces en el público reventaban, soltando globos de tamaño normal. Conseguimos coger uno cada una.
¡Globos, ueee!
Era fácil identificar en la Yurikamome a quienes veníamos del concierto por ir cargando con globos ahí en plan aleatorio.